El Deportivo Saprissa tuvo que emitir un comunicado la noche del viernes, luego de un hecho inusual que se suscitó previo a una conferencia de prensa que se realizó para celebrar los 10 años de la Fundación Saprissa.
Resulta que el gerente deportivo del Saprissa, Ángel Catalina, le solicitó al jefe de prensa, Patricio Altamirano, retirar del Club Morado al periodista de canal 7 Miguel Calderón, advirtiendo que si el periodista no salía, no iniciaba la atención a la prensa.
Al parecer, Calderón, no abandonó las instalaciones pero se hizo a un lado. Su lugar lo ocupó un colega de Teletica Radio.
La molestia de Catalina se debe a que hace unos días, el periodista lo entrevistó y le cuestionó algunos aspectos de su gestión, los cuales le resultaron incómodos.
“El Deportivo Saprissa lamenta lo sucedido y ofrece una disculpa ante la situación presentada con el periodista Miguel Calderón, la cual será abordada de manera interna en consonancia con nuestros valores institucionales”, indicó el jefe de prensa del club, Patricio Altamirano.
En 2014 agredió a un periodista.
Este no es el primer incidente de Ángel Catalina con un periodista, ya que en diciembre de 2014, cuando era secretario técnico de la Unión Deportiva Almería, fue denunciado en la comisaría sevillana de La Alameda después de agredir a un periodista en un bar de la capital hispalense.
Según publicó el Diario Marca en su momento “numerosos testigos presenciales y consta en el atestado policial, Catalina, antiguo miembro de la secretaría técnica del Real Betis, asestó sin mediar palabra, por la espalda y de manera inesperada, un fuerte golpe seco en la cabeza del agredido, José Antonio Espina, redactor del diario As”.
La información agregó que el periodista presentó junto a la denuncia con el parte de lesiones realizado en el hospital Virgen del Rocío que desvela “una contusión craneal y una cervicalgia aguda”.
La Asociación de la Prensa Deportiva de Andalucía emitió un comunicado en el ese año, condenando “enérgicamente” lo que calificó como “acto cobarde” de Catalina y pidió “a la UD Almería que tome medidas contra un elemento que no debería tener cabida en el deporte”, especialmente, “en este momento en el que los distintos estamentos políticos y sociales, al fin, parecen haberse concienciado de la necesidad imperiosa de erradicar la violencia del fútbol”, agregó el escrito.