Real Madrid tenía toda la presión el domingo tras la victoria 2-1 del Barcelona ante Valladolid. El equipo culé se había escapado a siete puntos en la tabla de posiciones, por lo que los dirigidos por Carlo Ancelotti estaban obligados a conseguir los tres puntos para no perder el ritmo en la lucha por el título.
En el Santiago Bernabéu, los merengues recibieron a Celta de Vigo por la jornada 34 de LaLiga. La consigna era clara: ganar o despedirse prácticamente de sus últimas chances de campeonar. Aunque el equipo blanco no viene atravesando su mejor momento, tenía la oportunidad de mantenerse con vida en el torneo.
La temporada del Real Madrid ha dejado muchas dudas. Fueron eliminados en cuartos de final de la UEFA Champions League, perdieron la final de la Copa del Rey frente al Barcelona y LaLiga se presenta como la única bala que les queda. Sin embargo, para alcanzarla, no solo deben ganar sus partidos sino esperar otros resultados.
El domingo, el equipo de Ancelotti volvió a sufrir más de la cuenta, pero logró quedarse con un triunfo vital. Fue un 3-2 agónico ante Celta de Vigo, con un gol del joven Arda Güler y un doblete de Kylian Mbappé. Por parte de la visita, descontaron Javi Rodríguez y Williot Swedberg, quienes mantuvieron el suspenso hasta el final.
Gracias a esta victoria, el Real Madrid queda ahora a solo cuatro puntos del Barcelona, con un enfrentamiento directo por delante. La próxima jornada, los merengues visitarán al líder en el Estadio Olímpico de Montjuic. En caso de ganar, la diferencia se reduciría a apenas un punto con nueve más por disputarse.
Pero si empatan o pierden, el panorama se complicará seriamente para los blancos. El duelo ante los de Hansi Flick podría terminar marcando el desenlace de esta Liga que ha sido más disputada de lo que se esperaba.
