• 29/03/2024
  • Costa Rica

Cincuentenario del Ricardo Saprissa.

Los cincuenta años del estadio Ricardo Saprissa va más allá de la fecha. Hubo gente con grandes ideas y voluntad de cristalizarlas.

Saprissa, que ocupaba el Estadio Nacional como los demás equipos de la capital, tomó la gran decisión de comprar en 1965 cinco manzanas de un cafetal en la suma de ₡363.398, dando un adelanto de ₡50 mil y el resto en abonos mensuales.

Este preámbulo que nos ofrece el señor, Pastor Pacheco, enmarca la gran relevancia y la visión futurista, una aventura sencillamente maravillosa.

Frente a la propiedad no existían calles ni avenidas, las vías de acceso y descongestionamiento eran casi nulas, Sin embargo, eso fue temporal. Con la Comisión Pro estadio que se nombró, tres de ellos fueron piezas angulares para el éxito de la construcción del estadio. Don Eladio Gómez, don Enrique Weisleder y don Fernando Rojas, encabezaron diferentes campañas para conseguir los recursos que hicieran posible que aquella primera piedra en 1966 fuera la base del sueño morado.

La campaña de la vara cuadrada, del saco de cemento, donaciones de la empresa privada, la participación de los expresidentes Mario Echandi Jiménez con la venta de palcos por 25 años a algunas empresas reconocidas, don Daniel Oduber desde la asamblea legislativa conseguió tres partidas específicas por 100 mil colones cada una.

Esta primera parte de la construcción del estadio Ricardo Saprissa tuvo gente con enorme inventiva. Hubo un espacio radial que fue muy decisivo en la divulgación y promoción de cada movimiento de la dirigencia, “Rutas Deportivas”.

En medio de la campaña del saco de cemento, don Fernando Rojas y don Jorge Pastor Durán, se pusieron de acuerdo para hacer un concurso que consistía en averiguar quién era el señor Saprissa, se había reunido un mar de gente en los alrededores del Parque Central, mientras el colega informaba desde el restaurante “El Diamante” por dónde más o menos se dirigía y cómo se acercaba al lugar donde se transmitía el programa, se vino en tropel la gente e ingresaron al restaurante haciendo daños totales en los ventanales, el mobiliario y demás enseres.

Los partidos nacionales e internacionales, los conciertos, las actividades de motor, etc, tienen un antes y un ayer inolvidable.

Leonel Jiménez Rojas, periodista.

Related Articles

Salir de la versión móvil