Mohamed Salah, protagonista absoluto de la Premier League, definió la victoria del Liverpool contra el Bournemouth 0 x 2 y mete toda la presión al Arsenal, que deberá vencer el domingo al Manchester City para no descolgarse aún más de la lucha por el título.
El egipcio, con sus dos goles, ya lleva 178 en la competición inglesa y es el séptimo máximo goleador de la misma, superando a Frank Lampard y poniendo el objetivo en el argentino Sergio ‘Kun’ Agüero, que anotó 184 con el City y es, además, el máximo artillero extranjero de la historia.
Salah, que anunció que saldrá del equipo, abrió el marcador tras un polémico penal que cometió Cook al zancadillear a Cody Gakpo en carrera. La pena máxima la advirtió el VAR, tras una larga deliberación, y la propia Premier League tuvo que confirmar en sus redes sociales que Cook había tocado por detrás al neerlandés, ante las dudas existentes tras ver decenas de repeticiones.
El que no dudó desde el manchón blanco fue Salah. Con un remate fuerte y raso a un lado, imposible para Kepa, que apenas se movió.
Bournemouth mereció empatar, pero, además de que le anularon un gol por fuera de juego, fue uno de esos días en los que la puntería no hizo acto de presencia. La más clara estuvo en pies de Marcus Tavernier, con un disparo desde treinta metros al palo, y después para Justin Kluivert, que recogió un rechace e, inexplicablemente, a cinco metros de la portería, la mandó a la grada.
Con el Bournemouth perdonando, Salah sentenció el encuentro con un disparo espectacular por encima de la cabeza de Kepa.
El egipcio acumula 21 goles y trece asistencias esta temporada, con tres goles de ventaja sobre Erling Haaland.
La victoria permite al Liverpool llegar a 56 puntos, con nueve de ventaja respecto al Arsenal y Nottingham Forest. Esta derrota frena las pretensiones del Bournemouth que, tras doce partidos sin perder, se queda séptimo, con cuarenta puntos.