En una semana, la Asociación Deportiva San Carlos ha dejado escapar el liderato del torneo en dos ocasiones. Ganaban 1 x 4 en el “Fello” Meza y Cartaginés les empató. Vencían 1 x 0 a Pérez Zeledón y al final los “Guerreros del Sur” igualaron el marcador.
Razones hay muchas, los “Toros del Norte” en Cartago, encontraron falencias en su portería, jugadores irrespetuosos que se muestran irascibles dándose el lujo de golpear todo a su paso y hasta insultar a su técnico en una muestra de mala educación y de irrespeto. Un técnico al que se le reconocen grandes virtudes como entrenador y como persona, especialmente para quienes lo conocemos. Sin embargo, Luis Marín, se ha equivocado en sus reacciones dos veces muy seguidas, hace sólo 22 días en el Ricardo Saprissa donde se le vio pateando todo lo sé encontró en el camino y lanzando cargos graves a quienes se supone le afectaron. En el juego ante los brumosos descargó toda su furia contra el árbitro lanzando según el informe insultos de grueso calibre.
Creemos que en las dos oportunidades tenía razón de su enojo. El penal pitado en el juego con los morados para la mayoría no existió incluyendo varias opiniones de exárbitros. En Cartago, la reiteración del lanzamiento de penal hasta una tercera vez, aún y cuando es claro que el segundo penal se ve bien detenido por el guardameta sancarleño y no debió repetirse.
Entendemos que es frustrante, que hay sangre y casta especialmente para el que fue un futbolista modelo dentro y fuera de la cancha lleno de agallas y decencia en el juego, pero estas dos ocasiones fue más allá y explotó de forma anormal y vociferante. En el Saprissa pasó inadvertido por los árbitros y los visores, pero está vez en el “Fello” Meza se excedió en calificativos denigrantes al referí y se ha ganado una sanción muy dura que lo deja fuera del torneo en su primera fase.
Su enojo y frustración se pueden entender, más no su comportamiento. Él es una pieza vital que requiere de su presencia en la línea técnica.
Por último, está bien que la dirigencia reaccione ante estos fallos arbitrales y que lleven la queja hasta donde tengan que llevar, eso sí, entonado el “mea culpa” con autocrítica y viendo para adentro también.
Mientras tanto, los liguistas, indirectamente se han visto beneficiados para mantener su liderato, por todo lo que han dejado de hacer los norteños.