Luego de los últimos partidos que ha disputado Alajuelense; una derrota en San Carlos y un empate en casa ante Cartaginés, se han registrado hechos muy peligrosos para la institución y en general para el fútbol.
El discurso de la dirigencia una vez finalizado el torneo anterior fue que en el año del Centenario “se había conformado un equipo para ser campeón”, que no había exceso de refuerzos en áreas específicas sino “abundancia”, que se iba a pelear por cualquier título que hubiese, incluida la “Copa Chinamo”, y una serie de frases augurando que la cadena de fracasos de los últimos 5 años llegaría a su fin.
La afición, fiel, apasionada y comprometida, se ilusionó con ese discurso y ha apoyado al equipo en todos los estadios.
Sin embargo, la realidad actual en la tabla, el pobre rendimiento del 40.47% cuando ya ha jugado el 63.7% del Torneo, aunado a una interminable lista de desaciertos y escándalos alrededor del club, han provocado que el aficionado se frustre.
La frustración es el sentimiento que se genera cuando no se puede satisfacer un deseo o una necesidad y si se canaliza mal, suele manifestarse con expresiones de ira y agresividad como las que lamentablemente se vienen dando.
En San Carlos, algunos aficionados amenazaron a los futbolistas y lanzaron algunos objetos contra bus que los transportaba. El sábado, algunos frustrados, invadieron la cancha para increpar a los jugadores y luego en las afueras del Morera Soto patearon portones y quisieron entrar por la fuerza con intensiones insanas.
El fútbol es un diagnosticador de hasta qué punto nuestra sociedad está enferma. Además, revela que hay personas que son incapaces de convivir con decisiones que no son de su agrado, que creen que el éxito llega por generación espontánea y ante esa frustración, su única capacidad de respuesta es la violencia.
La institución manuda, como grande que es, debe ser más autocrítica. La dirigencia debe hacer todo lo posible por enderezar el rumbo del equipo junto con los especialistas en cada campo y debe saber leer el momento para enviar los mensajes correctos y verdaderos.
Todo lo que está pasando integralmente en Alajuelense, pareciera que es digno de un “estudio paranormal”, donde el fantasma son las decisiones.