El miércoles se desarrolló la última jornada en la audiencia provincial de Barcelona respecto al juicio que se sigue en contra del exjugador Dani Alves, quien es acusado por agresión sexual a una joven en una discoteca de la ciudad catalana.
Al respecto, el brasileño expresó su testimonio en torno a los acontecimientos, planteando que, en el lugar, comenzó a acercarse a la denunciante y que no la notó incómoda, asegurando que ella tocó sus partes íntimas mientras bailaban.
Luego de ello, Dani Alves reconoció haberla invitado al baño, a lo cual ella habría accedido sin problema. “Le avisé que yo iba primero al baño y me quedé un rato esperando, pensando que no iba a venir, que no quería. Y cuando abrí la puerta prácticamente me di con ella en la puerta”, aseguró, descartando una actitud violenta que sí refrendó la víctima en su declaración.
“No la abofeteé, ni la tiré al suelo. No soy un hombre violento. No me dijo que no quería practicar sexo. En ningún momento ella me dijo que no quería ni nada”, replicó, finalizando su intervención entre lágrimas frente al tribunal.
Su postura contrasta con los argumentos de la Fiscalía, la cual ha manifestado que en el diagnóstico de la psicóloga forense, se acreditó que la víctima sufre estrés postraumático y que, considerando los antecedentes que poseen, además de las agresiones físicas de Dani Alves, “estos hechos no son merecedores de una pena mínima”.
Todo ahora quedará en manos de la sentencia que se espera para las próximas semanas.