Hoy se juega un partido que nos tiene preocupados a todos y no es para menos, la Selección de Costa Rica en su último juego con Martinica nos dio más de lo mismo. Luis Fernando Suárez siembra dudas con sus caprichosas alineaciones, por momentos dejó la impresión que alguien le vendió la idea que en el Caribe todavía juegan con cocos, o había un desconocimiento del rival.
Sus sistemas y planteamientos confunden a las mayorías y sigue abrazado a la diosa fortuna. Esperamos que para esta noche cambien muchas cosas y así evitar el bochorno de no asistir al Final Four en la Vegas en junio próximo.
Se están cumpliendo 12 años de la inauguración del Estadio Nacional y todos hubiésemos querido ver nuestro máximo coliseo con lleno total. Las malas decisiones, el escepticismo en el entorno federativo y su errática dirigencia, aunado al bajo rendimiento de nuestra selección han creado un ambiente de duda y desazón.
El Estadio Nacional es todo un símbolo para el pueblo de Costa Rica, la Sabana luce una belleza arquitectónica que se mantiene como el primer día gracias al fideicomiso del Banco Nacional y su honorable Junta Directiva, así como un gerente 24/7 no sólo en dedicación sino en el cuido del inmueble que nos regaló China.
Recordemos que el día inaugural Costa Rica y China jugaron un entretenido partido que concluyó 2 x 2. El Estadio Nacional emerge en el parque metropolitano como una joya de todos los ticos y orgullo de Centroamérica. Su capacidad de 35 mil personas estará hoy muy lejos siquiera del 50%. Sus llenazos se volverán a ver hasta que cambien muchas cosas y vengan los resultados que convoquen nuevamente a los parciales de la Tricolor.
Este escenario nacional ha acogido grandes eventos de motor, musicales, grandes artistas, dos mundiales menores, juegos con Argentina y España entre otros, además de muchos juegos eliminatorios. También la actividad que une a todo un país los “90 minutos por la vida” en la lucha por el cáncer infantil.
Ojalá que esta noche lleguen las mejores vibras a la selección y se le abra la mente a un entrenador que no parece haber estado tanto tiempo en el país. Hoy jugadores y técnico deben entender que este templo deportivo y sus aficionados se respetan.