¡Qué tema! ¿Existe el ADN?
En los últimos días se ha desatado una discusión respecto al famoso ADN ganador que pregonan los saprissistas y que sería la clave para el éxito acumulado de la institución a lo largo de la historia.
Algunos lo circunscriben a los jugadores netamente formados en el club y otros lo amplían a todo jugador que se pone la morada.
Pero ¿qué es el ADN? Científicamente, es la molécula del interior de las células que contiene la información genética responsable del desarrollo y el funcionamiento de un organismo.
Si nos vamos al diccionario, la RAE lo define en una de sus acepciones como: “Esencia, naturaleza de alguien o de algo”.
Los equipos de fútbol se forman poco a poco y los entrenadores son los encargados de pulirlos y tallarlos para hacerlos competitivos. Esa formación complementa las cualidades que poseen los jugadores y reorienta sus actitudes y maneras de actuar, hacia una cohesión.
ADN en el fútbol, es una palabra cliché, aunque también es una metáfora que suena bien, se posiciona bonito y hasta puede explotarse comercialmente porque se convierte en un lema. Es una manera de resumir las cualidades inalterables de un equipo de fútbol.
Para figuras como Joel Campbell, “EL ADN no existe, lo que sí existe es el compromiso con una institución, sea la que sea”.
El presidente del Saprissa, Juan Carlos Rojas, es del criterio que “El ADN de los morados es real y único, difícil de explicar e imposible de replicar […] Es una serie de valores, hábitos, creencias, códigos y costumbres que se traen o se adoptan… Es una cultura organizacional”.
Viendo, escuchando o leyendo posiciones, concluyo que todos tienen parte de razón y cada uno utiliza esa palabra cliché como mejor convenga a sus intereses ya que, dependiendo del momento futbolístico, será un hilo de esperanza al cual aferrarse o un grito de guerra.
Cada quien defiende lo suyo, con sus palabras, con sus frases, con sus logros y todo eso es válido, pero el discurso debe permanecer cuando se gana y cuando se pierde, cuando se logran los objetivos y cuando se fracasa. Eso también es “ADN”.
Más que algo exclusivo del Saprissa, creo que es una respuesta que todo jugador debe tener a la exigencia de los dirigentes y de la afición, correspondiendo con honradez, calidad y profesionalismo a todo lo que reciben por parte de éstos.
Al igual que en cualquier empresa, institución o emprendimiento personal, el ADN es una forma de entender la vida, de enfrentar las adversidades y de comprometerse con una causa. Consideramos, eso sí, que no es perenne ni autosostenible, ya que los líderes gerenciales administrativos y deportivos deben estar siempre en la búsqueda de retroalimentación e innovación, tomando acciones en todos los campos para resolver deficiencias y encaminar objetivos, porque si no se nutre, se muere.
El ADN ganador es: A= Actitud, D= Deseos, N= Nobleza. Ello es un arma poderosa, porque proporciona resiliencia, identidad, propósito y dirección, columna vertebral del éxito.