En la vida, en la política y particularmente en el deporte, hay situaciones que se repiten, algunas veces para bien y otras para mal. Son eventos cíclicos que forman parte de un modelo de administración, de una cultura organizacional y hasta de círculos viciosos.
Hay equipos de fútbol que inician muy bien los torneos, que ganan, que golean, que gustan, pero que se caen conforme avanza la competición y sobre todo en las fases finales.
Otros, por el contrario, tienen arranques flojos y luego alcanzan un pico de rendimiento que les permite ser protagonistas y levantar cetros.
Tomando esto como referencia, ¿Cómo analizar lo que pasa en el Herediano? Es complicado.
Por un lado, llama la atención los constantes cambios de técnicos antes de finalizar la primera vuelta de cada torneo. Las expectativas siempre son altas: planilla profunda, calidad de recurso humano, pretemporadas fuera del país, la expectativa con el nuevo estadio; pero a la hora de iniciar los campeonatos, los resultados no son los esperados, la afición se desespera, la dirigencia no tiene paciencia y se da un cambio de timón.
Desde el punto de vista de planificación, uno podría pensar que es una práctica nociva y hasta enfermiza; de hecho, la misma dirigencia lo ha reconocido así y ha tratado de erradicar esa costumbre.
Lo que sucede es que la experiencia ha evidenciado que después de un cambio de técnico, viene un repunte y con ello una mejora sustancial en los resultados. ¿Tendrá el mismo efecto? Eso está por verse, lo cierto del caso es que esa película ya la vi.
Herediano, destituyó a Geiner Segura, luego de la goleada que encajó el “Team” de 0 x 4 ante Alajuelense. Esa película también la he visto.
Hago retrospectiva y me encuentro que, en los últimos 12 años, los florenses han cambiado 11 técnicos luego de un partido ante los rojinegros. Un hecho muy llamativo.
En este apartado, Alajuelense no debe sacar mucho pecho, porque en varias de esas ocasiones, lejos de desestabilizar al Herediano, más bien le hizo un favor, ya que, con el cambio de entrenador, llegó un nuevo título.
Un capítulo que probablemente no veremos, es el de Jafet Soto regresando al banquillo. El dirigente ha dicho que su ciclo terminó en esa faceta y que su enfoque, fuerza y disposición se centra en terminar el nuevo Rosabal Cordero; pero eso estará por verse.