El fútbol es el deporte rey, el más seguido y practicado; pero ahora exige la adopción de la tecnología para evitar errores absurdos y corregir los entuertos que se dan en los juegos. Se viene solicitando el V.A.R. para nuestro país y eso es muy bueno.
Lo ocurrido en San Carlos fue algo muy desagradable; los árbitros, por la razón que sea, ni siquiera contaban con diademas de comunicación. A esto hay que agregar la soberbia del árbitro central al no querer atender un señalamiento de su asistente que vio una falta de penal que cometió Alexis Gamboa sobre un sancarleño.
Luego de tener la bandera levantada por un buen tiempo y convencido que la falta existió, el árbitro David Gómez llegó a la línea donde lo encaró y le gritó de forma altanera y poco ética a su compañero. Esto ocurrió ante todos los presentes y quienes seguían la transmisión por televisión, indicándole que él era quien dirigía el partido y algunas cosas más. Lo malo de todo esto es que cuando se trata de disimular algunos errores, entonces si el asistente es muy bueno, pero cuando no se tiene las agallas para señalar una falta tan clara como del domingo, ahí se le da la espalda y ni siquiera se le presta atención.
Mucho se pudo haber corregido si contaran, o hubieran decidido utilizar, las diademas de comunicación y así evitar semejante bochorno. De hecho, en el juego Cartaginés vs Guanacasteca, tampoco hubo diademas de comunicación.
Ahora salta de nuevo la polémica sobre las paupérrimas condiciones en las que se mueve el arbitraje de nuestro país y la poca armonía entre los árbitros.
En tantos años de profesión, sólo una vez vi un hecho similar. En 1978, durante la la final entre Herediano vs el Municipal Puntarenas en el Estadio Nacional, el futbolista Fernando “El Macho” Montero anotó un gol con la mano, el guardalíneas Luis Alberto “Piquín” Rojas se quedó con la bandera levantada señalando lo que todos vimos, sin embargo, el central Carlos Luis Monge se acercó a la línea y le indicó que el gol era válido y que se fuera para el centro del terreno. Así lo hizo Luis Alberto Rojas, pero cuando llegaron al camerino se dio una discusión muy fuerte llegando al extremo de los golpes que obligó hasta la intervención de la policía.
No olvidemos que en ese tiempo los árbitros centrales podían ser líneas y los líneas también podían ser centrales.
La Fedefutbol informó el lunes que, como decisión inmediata no volverá a nombrar a David Gómez y Víctor Ramírez para las próximas fechas y aclaró que el cuarteto arbitral decidió por su cuenta, no utilizar las diademas ante un supuesto problema, pero que las mismas son revisadas y reciben el adecuado mantenimiento.
Esta nueva herramienta llamada V.A.R., urge, no sólo para subsanar jugadas polémicas que necesariamente deben ser revisadas, sino para enmendar la falta de determinación arbitral.
La crisis del arbitraje, que se supone es la actividad que imparte justicia en el fútbol, puede desencadenar todo tipo de problemas, que sabemos cómo empiezan, pero no cómo pueden terminar. ¡Estamos advertidos!