El Henningsvær Idrettslag Stadion puede ostentar con orgullo un título propio de esta década: es la cancha de fútbol más instagrameada del mundo. Su entorno natural -está enclavada en una islote rocoso en un pueblito pesquero noruego-, se ha convertido en una de las postales que se replican al infinito en las redes.
Y el Henningsvær Idrettslag Stadion ni siquiera llega a ser un estadio, alrededor del campo de juego sintético solo hay una cinta de asfalto y de inmediato se levanta el terreno escarpado. Sobre las piedras que rodean a la cancha no hay tribunas, sino estructuras de madera donde se seca al aire puro la producción local de bacalao nómada (skrein), también muy estimada alrededor del mundo. La popularidad del campo de juego rodeado de bellezas naturales llegó hasta Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien aspira visitarlo pronto. Una empresa de gaseosas y la Unión Europea de Fútbol ya aprovecharon la locación para filmar un aviso que contribuyó a difundir aún más la canchita.
En Henningsvær, los 500 habitantes -en realidad, 496- viven en distintos islotes y eligieron la parte más meridional de la isla Hellandsøya para nivelar el lecho rocoso e instalar la cancha, que se encuentra al final de la carretera que serpentea por los islotes. Pero no siempre fue así: hasta 1983 no había puentes que unieran a Henningsvær con el resto del archipiélago. Por eso, el centenar de construcciones del pueblo guardan un estilo arquitectónico muy distinto al más moderno de Lofoten. Semejante combinación -arquitectura, naturaleza y el estadio más bello del mundo- pueden cambiar la ecuación económica local. El turismo ha comenzado a disputar al bacalao su liderazgo histórico en la generación de ingresos.
Pero claro que no se juega fútbol profesional en ese campo, aunque esté más fotografiado que el Maracaná. Durante el año, el club deportivo Henningsvær IL organiza partidos amateurs, con torneos para niñas y niños que juegan y aprenden los valores del deporte en la práctica. Las instalaciones -hay una cabaña cafetería y baños- también se pueden alquilar para eventos privados, aunque hay que respetar el estricto reglamento del club. Las mascotas no pueden pisar el césped sintético y está prohibido el uso de drogas. Pese a que el invierno es duro, con pocas horas de luz, la pelota sigue rodando gracias a la luz artificial, que también le da un encanto especial a la hora del crepúsculo.
¿Cuándo comenzó la fama del Henningsvær Idrettslag Stadion? A principios de 2017, el realizador Grim Berge publicó una toma de la cancha con su dron en su instagram e impulsó la viralidad. La escena de unos chicos jugando al fútbol en medio de picos nevados era parte de un documental -Noruega icónica- que abarcaba muchos escenarios a lo largo del país, pero la magia de esa cancha en medio de una isla rocosa cobró vida propia.
Ahora, el pueblo no sólo produce el mejor bacalao del mundo, también tiene la cancha más fotografiada, aunque el término correcto sería “más droneada”. Con solo ver las imágenes se explica por qué se volvió viral. ¿Pero por qué el skrei (bacalao nómada) es considerado el mejor bacalao del mundo? El secreto está en la migración desde las aguas heladas del mar de Barents hacia las islas Lofoten, a donde viaja para desovar. Por eso en estas islas se lo captura en los meses más fríos del año. El largo viaje que realiza este bacalao, aumenta su musculatura, lo que otorga a la carne una textura más tersa, blanca y cerrada. Por eso, luego de los meses de captura, alrededor de la canchita de Henningsvær no flamean banderas, ni cuelgan carteles alentando a los equipos. De las estructuras de madera que se levantan sobre las piedras cuelgan en proceso de secado los mejores especímenes de bacalao que llegaron a desovar a Lofoten.