¡Que esta no sea sólo una frase cliché o un pensamiento sin contenido! “La casa se respeta”, debe ser en la cancha y en las gradas, pedir a los aficionados llenar el estadio sólo por verlo con una gran asistencia y obtener una excelente taquilla no se vale.
El marcador del último juego ante Surinam es un poco mentiroso a pesar de las atenuantes de la lesión de Jefferson Brenes y la expulsión de Alcocer. Nos ganaron en posesión de balón, en remates a marco y pases precisos, todo con diferencias muy marcadas.
Este empate con la selección sudamericana que juega en Concacaf, llenó de dudas a varios jugadores y el interinato del argentino Claudio Vivas. Las baterías de los fanáticos están puestas en el técnico nacional. La Federación Costarricense de Fútbol debería tener listo el plan B. Cierto que las estadísticas y la historia estaban a nuestro favor, era la primera vez que el rival nos ganaba un punto en siete encuentros, también es cierto que los tiempos han cambiado y al Caribe no se va de “weekend”.
En el caso de Surinam su influencia holandesa o Países Bajos ha sido notoria en el tiempo. Muchos hablan de Davies, Kluivert o Stanley Menzo; son muchos más. La mayoría de ellos nacieron ahí o sus padres son oriundos de Surinam. Recordemos que es el único país de América donde se habla neerlandés.
Este martes nos toca Guatemala, es un rival de características muy similares a nuestro fútbol en biotipo y técnica, los chapines buscan trascender internacionalmente ya que su único gran logro se remonta a 1968 cuando nos ganaron en el Estadio Nacional la clasificación a los Juegos Olímpicos México 68.
Han apostado por un proceso que ya lleva dos años y medio con el azteca Luis Fernando Tena; y aunque sus resultados no son altamente convincentes, sí es claro que van por buen camino.
Lo del viernes no se puede justificar, no jugamos bien y es evidente el problema de funcionamiento de nuestra selección. Vamos positivos este martes con la selección, tendrán un entorno con el que hace rato no cuenta, más de 20.000 personas. No quisiéramos escuchar nuevamente que la fortaleza de la selección es el guardameta y la defensa, eso no está mal, pero queremos ver más transición, mejor ataque, más acompañamiento y sobre todo mayor compromiso.
Ojalá todo salga bien para no agitar más las aguas de la Tricolor.