En una ocasión nos decía don Ricardo Saprissa que, si en cada temporada aparecía un jugador surgido de su propia cantera y llegaba al primer equipo, el proyecto habría sido sostenible.
La inversión que realice un club en la formación de futbolistas sea para su propia institución o para el resto de los equipos, ya de por sí, es un éxito. Por eso cada vez que se venda un futbolista necesariamente hay que cruzarlo con la inversión que se ha hecho para formar esos jugadores.
Mucho se habla del C.A.R. y lo poco rentable que lo consideran algunos en el aporte a la división mayor. ¡Todo esto es un proceso que requiere mucho trabajo de scouting! basado en la exploración y la búsqueda del talento.
¿Cuánto tiempo lleva esto para encontrar una figura sobresaliente? El futbol necesita mostrar diferentes habilidades, aunque no siempre aparezca una joya. Sería importante conocer cuál ha sido el balance entre las ventas de jugadores de la cantera y la inversión realizada por el Centro de Alto Rendimiento de la Liga Deportiva Alajuelense. Desconozco cuál es la inversión directa del club y cuál la del mecenas rojinegro propietario de las instalaciones.
Tuve la oportunidad de estar en Valdebebas, la ciudad deportiva del Real Madrid, este conjunto de instalaciones fue construido en terrazas de abajo hacia arriba, un total de 10 canchas en ambos lados que le permiten a los prospectos ir escalando conforme van creciendo en edad y capacidad futbolística.
El 98% de esos jugadores van a otros equipos y muchos se quedan en el camino. Como se puede observar, el porcentaje que accede a la primera división es realmente mínimo. Hay épocas donde aparecen más de lo esperado como en la Masía del Barcelona donde en la misma época salieron jugadores como Xabi, Iniesta y Messi.
Basado en el criterio del fundador del Saprissa, uno por año subido al plantel profesional paga las cuentas del gasto que origina la incubadora de futbolistas.
La formación más que para el consumo local en principio debe estar dirigido al fútbol europeo, máximo comprador del talento joven. Quitemos la idea errónea de la baja producción y pensemos que el C.A.R. o el Centro Deportivo Roberto ‘Beto’ Fernández del Deportivo Saprissa, salpicarán tarde o temprano gran beneficio para el fútbol de Costa Rica.