Subir un video celebrando no sé qué, en plena pandemia no se hace justo. Dichosamente el Deportivo Saprissa tenía libre el fin de semana anterior.
La cantidad de bebidas alcohólicas que se muestran en una fiesta donde aparece, Frank Zamora, son preocupantes. La indicación que tienen los futbolistas es mantenerse en casa y en burbuja, tomando en cuenta lo riguroso del protocolo por el que propio médico de Saprissa ha luchado.
Toda esta avalancha de críticas para el jugador y la presión que ejercen algunos contra la dirigencia morada es muy fuerte. Desconocemos que decisión se va a tomar y qué dice el reglamento interno en estos casos. Es una realidad que el club debe sentar un precedente que busque estabilizar cualquier amago de esta naturaleza.
En nuestro país no son tantos casos como ocurre en otras partes, es por eso que se deben controlar estos arrebatos. En este momento la mayor preocupación deben ser los rompimientos del protocolo sanitario.
Los futbolistas son jóvenes y cuentan con todo el derecho a divertirse, pero si se salen de los lineamientos saben que hay un reglamento a cumplir. No nos cansamos de decir que los futbolistas son una “raza aparte” casi todo se les perdona. Un gol o una buena actuación es suficiente para olvidar el entuerto.
En estos deslices siempre es importante contar con el apoyo del grupo y el cuerpo técnico, lo peor es dejar solo al muchacho. Una vez aplicada la sanción el jugador sabe que cometer o repetir un error de ese grueso no sería nada bueno para su futuro. Muchos querrán erradicarlo de una sola vez del equipo o echarlo a la hoguera.
Me imagino que el sueño más grande del jugador que está en la boca de todos era jugar con un equipo tan grande como el Deportivo Saprissa. Ganar títulos, levantar copas y mejorar su estabilidad económica.
Todavía está a tiempo, sólo debe hacer un acto de contrición, entonar el mea culpa y actuar como profesional que anda en busca del crecimiento personal en todos los campos.
Ya en su momento cuando jugaba con Grecia trascendió que su salida obedeció a un acto de indisciplina similar. Poner las barbas en remojo porque el equipo donde está no le va a perdonar una más. Evitar que la fama lo nuble y no se sienta con el derecho a la fiesta y la diversión.