Antony, de 23 años, fue dado de baja por la selección de Brasil tras revelarse detalles de las acusaciones de agresión que se habrían dado desde enero contra Gabriela Cavallin, las cuales son investigadas por la policía. El jugador niega las acusaciones.
El Manchester United acordó con el jugador que permanezca alejado del club para que se concentre en defenderse de las acusaciones, pese a que no ha sido arrestado o imputado. Ha dicho que colaborará con la policía para demostrar su inocencia.
“Los jugadores que no han disputado partidos internacionales deben regresar a los entrenamientos este lunes. Sin embargo, la institución llegó a un acuerdo con Antony para retrasar su regreso hasta nuevo aviso con el fin de abordar estas acusaciones”, dijo en un comunicado el Manchester United que en días pasados tuvo que lidiar también con la salida de Mason Greenwood.
“Como club, condenamos todo acto de violencia y abuso. Entendemos la importancia de preservar a todos los implicados en esta situación y reconocemos el impacto que estas acusaciones pueden tener en los sobrevivientes de abusos”, agregó el United.
Antony seguirá recibiendo su salario y confía volver al club lo más pronto posible.
“He acordado con el Manchester United tomarme un período de ausencia mientras respondo a las acusaciones formuladas en mi contra”, dijo el brasileño en un comunicado. “Esta fue una decisión mutua para evitar distracciones a mis compañeros y controversias innecesarias para el club. Quiero reiterar mi inocencia de las cosas de las que me han acusado y cooperaré plenamente con la policía para ayudarla a encontrar la verdad. Espero volver a jugar lo antes posible”.
