• 29/03/2024
  • Costa Rica

Por favor urge un cambio.

Por favor urge un cambio.

Alguien escribió que las mujeres no saben jugar fútbol y que el Mundial Femenino terminó por confirmarlo.

Sí, el fútbol femenil es diferente en cosas que no gustan de los varones. Más de setenta millones de mujeres en el mundo demuestran hoy que el fútbol también es su juego. La impresión predominante es que el futbol femenino no sólo es muy activo en los 90 minutos, sino entretenido y de crecimiento continuo.

Eso lo ha entendido la FIFA, que ha fomentado y le da fuerte impulso a esta disciplina. Pocas veces un deporte había logrado un desarrollo tan vertiginoso a nivel mundial. En el fútbol de mujeres no se muestra apatía sino vigor y energía, la impresión que nos llevamos del último mundial en Francia es categórica.

Ahí se respeta el espíritu del Fair Play casi a un ciento por ciento. Los equipos juegan con una gran proyección ofensiva y mucha alegría en su juego. En cada partido se deja el corazón. No existe la reiterada pérdida de tiempo, tampoco existe la displicencia al espectáculo.

La mujer evoluciona en todos los campos y el fútbol no es la excepción. En Costa Rica ha crecido muy lentamente, dirigentes que se han querido eternizar para fines muy personales dejando de lado el desarrollo que obliga a cosas mejores y mayor competencia.

Tenemos una Liga Femenina muy modesta y casi estacionada. Se requiere aumentar el número de practicantes, y que haya menos discriminación de las autoridades federativas hacia las futbolistas. Hay que hacer del futbol femenil un producto atractivo que convoque a mayor cantidad de aficionados a sus juegos, porque ellas lo están dando todo. Que se juegue con mejores condiciones, donde seguramente los hombres no se atreven a jugar.

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Hemos visto en la final del Mundial Femenino, Estados Unidos vs Holanda, la fortaleza y resistencia donde se dieron con todo, y una pasión que daba envidia. No vimos a ningún “Neymar” femenino fingiendo faltas y haciendo piruetas para engañar a las juezas. Los reclamos por alguna falta son mínimos y hay un gran respeto, no vimos actitudes de rebaño contra quienes impartieron justicia, siempre se guardó la distancia con decoro.

Estoy seguro que ha muchos hombres les daría sonrojo ver que ellas también juegan buen fútbol y no sé prestan para tantas engañifas.

Leonel Jiménez Rojas, periodista.

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