• 29/03/2024
  • Costa Rica

¡Qué se paren los morados!

¡Qué se paren los morados!

Y que saquen las banderas. Son miles de gargantas enloquecidas por un nuevo título alcanzado a sangre y fuego.

El Deportivo Saprissa ha sido grande desde la cuna y lo ha mantenido en el tiempo, los saprisistas han demostrado ese orgullo irrompible de algo que se lleva en la sangre.

Un equipo que tiene muchas respuestas casi siempre generadas por un fantástico jugador argentino como si hubiese nacido y forjado en las bases moradas, Mariano Torres es indomable, se echó el equipo a la espalda con auténtica mentalidad ganadora, dando el equilibrio de constancia y seriedad que se requería.

Saprissa ha pasado de vivir esposado a la mediocridad durante dos torneos a ubicarse en el podio de los grandes con prolongado invicto y produciendo fútbol del que llena la retina.

Este ha sido un torneo durísimo, pero también de ensueño para los morados, quienes venían en deuda, pero esta vez han cumplido con la obligación histórica de pelear todos y cada uno de los títulos que dispute.

Pocos podían dudar del honor, del trabajo y la perseverancia de Jeustin Campos, quien al final demostró que fue un técnico 24/7.

El sábado los futbolistas se vieron agotados por el esfuerzo extra y sobrehumano que significó perder a uno de sus hombres más importantes, pero respondieron con creces para disimular esa ausencia.

Ser campeón significa ser el mejor y había que demostrarlo. El “Colleya” Fonseca fue un territorio contrario en casi todo, la encendida afición herediana, la anotación tempranera, la expulsión de Kendall Waston, el manejo y control de la pelota durante 45 minutos de los florenses. Todo era adversidad en el arranque de la segunda parte; pero los 10 gladiadores supieron contrarrestar con actitud, fidelidad y lucha inquebrantable.

LEER  Peticiones para el 2021.

Saprissa convirtió el estadio guadalupano en un territorio de valientes que creyeron y demostraron cuál era el camino de la victoria. Los morados guardaron parte del talento y sacaron a relucir el trabajo de equipo, se pusieron el traje de gladiadores, cerraron todos los caminos y acabaron con toda posibilidad del rival. Saprissa siempre estuvo en la élite y fue candidato al título, en el último juego lo logra con un esfuerzo enorme y casi titánico.

¡Salud Campeones! ¡Y que saquen las banderas!

Leonel Jiménez Rojas, periodista.

Related Articles