En el Torneo Apertura 2021 luego de una resonante victoria del equipo Santos, su director técnico Erick Rodríguez, dedicó el triunfo a los técnicos nacionales y especialmente aquellos que laboran en la división de ascenso y otras categorías a pesar de sus penurias. Resaltó especialmente a aquellos que nunca fueron figuras en grandes equipos.
Hoy, cada vez es más frecuente ver a exfutbolistas que tras dejar su actividad se convierten en directores técnicos. Muchos dieron el salto de la cancha al banquillo de entrenador; esa tendencia cada día toma más fuerza gracias a los buenos resultados que han logrado algunos de ellos.
Muchos supieron permear la experiencia vivida durante su carrera no sólo como jugadores, sino en el camerino de sus entrenadores. Su carácter y carisma, pueden transmitir conocimientos y valores; absorber las enseñanzas en lo técnico, lo táctico y estratégico, pero sobre todo aplicar el sentido común y no olvidar que nunca se termina de aprender.
Finalizada la final de Apertura, el técnico Jeaustin Campos soltó un disparo de perdigones, dijo: “Sin ningún morbo esto se lo dedico a todos los entrenadores nacionales, que sé que en algún momento han sido menospreciados y que hoy un entrenador nacional los representa dignamente”.
El técnico dedicó el título a quienes están haciendo sus primeras armas y no tienen o no se les dan las herramientas para capacitarse. Cierto, hay un déficit, ya que la mayoría de los entrenadores tienen apenas una capacitación media y lo que “chuparon” en su carrera como futbolistas.
Apunta bien Jeaustin; los equipos, la Unafut y la Fedefutbol deben encontrar los medios adecuados e invertir en la preparación de sus técnicos, pero no con cursos de dos días o pasantías de una semana.
Uno de los principales activos de nuestro fútbol son los técnicos que requieren de una capacitación seria y convincente, que repercuta en lo que todos queremos, el mejoramiento de nuestro torneo y el crecimiento de una selección nacional tan decadente.
Por supuesto. que los técnicos deben realizar un esfuerzo particular y de su propio peculio como lo hacen unos pocos, y como lo haría cualquiera profesional que busca su mayor crecimiento. No vemos por qué el fútbol tiene que ser diferente.