Lo hecho por Costa Rica en la segunda vuelta de la eliminatoria no tiene parangón. Cuando recordamos los seis puntos de diferencia a favor de Panamá y lo bien que jugaban los canaleros, nos parecía poco creíble que pudiéramos alcanzar el repechaje, todo estaba cuesta arriba para el equipo nacional después de un proceso de malos resultados, de fracasos, de errores y que también tuvo su dosis de sufrimiento.
Es increíble lo que ha pasado. Después de la rabia y el dolor llegó el alivio y la ilusión, el grupo aprendió y se dio por la camiseta. Ahora estamos a sólo 14 días de la más trascendental confrontación. La selección de Costa Rica tiene en sus manos en tan solo 90 minutos alcanzar la máxima vitrina mundial por sexta ocasión.
Nuestro seleccionador, Luis Fernando Suárez, está sobradamente positivo al manifestar: “Mi compromiso es elegir el mejor equipo, vamos a buscar el triunfo ante Panamá y Martinica, despedirnos bien, hacer una fiesta afuera y dentro. Dar todo para llegar a la copa del mundo”.
Se percibe desde hace rato, que hay una especial comunicación y empatía entre el técnico y sus jugadores, un vestidor muy comprometido y solidario en doble vía. Seguimos vivos en este complicado camino de la Tricolor al Mundial de Catar que aún nos puede colmar de alegría si nos convertimos en la pieza clave para completar el rompecabezas.
El mundo estará pendiente de conocer el invitado número 32 del mundial, el último boleto disponible, ya que el día anterior se conocerá el penúltimo clasificado.
Como prensa debemos actuar de manera mesurada, no podemos venderle a los aficionados ilusiones desmedidas, es cierto que los “All Whites” tienen muchas carencias pero también otros recursos que han logrado gracias a sus legionarios en la MLS y de gran Bretaña ya que no cuentan con una liga profesional.
Su único equipo conformado, el Wellington Phoenix, compite en la Liga de Australia y es el principal aporte de los neozelandeses. En el Mundial de 2010 en Sudáfrica, la Selección de Nueva Zelanda terminó invicta, aunque no accedió a la segunda fase. Empató con Eslovaquia y con Italia 1 x 1 y cerró con un 0 x 0 ante Paraguay.
Es claro que no vamos a jugar solos y todo dependerá de un solo juego. Debemos estar preparados para todo, y sin ningún menosprecio a la “Súper Cenicienta”.