Dos hechos terribles y lamentables dejaron los gravísimos incidentes que ocurrieron la noche del jueves en La Plata, precisamente en el partido entre Gimnasia y Boca Juniors en el estadio Juan Carmelo Zerillo por la Liga de Argentina.
El cotejo se suspendió a los 9 minutos del primer tiempo debido a una nube de gas lacrimógeno lanzada por la policía que invadió la cancha, obligando al árbitro Hernán Mastrángelo a detener de inmediato el encuentro. Tras ello, los futbolistas y cuerpos técnicos se fueron al vestuario y estuvieron cerca de 40 minutos antes que desde la AFA decidieran terminar definitivamente el pleito por “falta de garantías”.
Tras lo sucedido, todo el público ingresó al campo de juego a hacer desmanes, incluso los que no pudieron ingresar a ver el cotejo, causando conmoción en el reducto deportivo. Hubo gente mayor con serios problemas respiratorios que se quedó en las escaleras y en las afueras del recinto los aficionados de ambos equipos armaron una trifulca con botellazos incluidos.
Minutos más tarde se confirmaría lo peor, ya que un aficionado de 57 años llamado César “Lolo” Regueiro, perdió la vida por un paro cardiorrespiratorio.
El hombre fue trasladado de inmediato al hospital más cercano debido a su condición, pero terminó falleciendo en el camino.
Además de la muerte de Regueiro, se confirmó otro hecho lamentable que afectó a un menor de edad. Un niño de solo 7 años terminó perdiendo su vista tras lo sucedido, aunque no existen mayores detalles hasta ahora de cómo se produjo este hecho.
Por otra parte, un camarógrafo de TyC Sports recibió tres balazos de goma en su cuerpo mientras tomaba imágenes de la represión policial fuera del estadio de Gimnasia. El trabajador, Fernando Rivero, está fuera de peligro, aseguraron fuentes del mismo canal.
De esta forma, Argentina vivió otra noche negra en el fútbol, enlutado por el deceso de un fanático de Gimnasia y Esgrima La Plata, quien solo fue un rato a divertirse y ver al equipo de sus amores.