• 28/03/2024
  • Costa Rica

Un torneo con especulaciones y denuncias.

Un torneo con especulaciones y denuncias.

Liga Deportiva Alajuelense le demostró a propios y extraños la ética y los valores institucionales. El morbo que se creó alrededor del juego de manudos y sancarleños fue enorme.

Ya no sólo por los rivales interesados en la victoria rojinegra, sino por los seguidores de otras divisas y por supuesto las temerarias deducciones que dieron otros por adelantado. Se habló de Fair Play, moralidad y hasta se puso en duda el profesionalismo de jugadores y cuerpo técnico.

Lo demostrado por la institución alajuelense ha servido para hacer una asepsia mental a todos los “malpensados” y desconfiados partidarios rivales.

Esto difiere de la denuncia que en las últimas horas ha hecho el presidente de la Comisión de Arbitraje, Randall Poveda, ya que, según el jerarca del arbitraje, directivos y gerentes llaman a los árbitros para presionar con llamadas telefónicas y mensajes de texto antes de los juegos.

Esta gravísima denuncia llegó en momentos en que el torneo estaba cerrando la primera fase y donde se reúnen tantos intereses. Estamos esperando la resolución de la reunión urgente de la Unafut y la Comisión Arbitral donde necesariamente deben conocerse nombres de los involucrados y nombres de los clubes a los que pertenecen estos “sombríos” personajes.

Si no hay aportación de pruebas quedarán más dudas y cuestionamientos de manejos “gaveteros”.

Esta es una gran oportunidad para nuestra dirigencia no contaminada, para poder llegar hasta los más transparentes resultados. De otra manera se convertirá en un vulgar chisme, muy común en nuestro medio futbolístico.

Lo hecho por Alajuelense, tapando bocas de muchos especuladores quienes presionaron para que los rojinegros los ayudaran a clasificar o los acercaran a semifinales, es muy seguro no conocían de la honestidad histórica que ha tenido la institución.

LEER  Comienza a subir la temperatura.

Termino con un gazapo de nuestro Comité de Competición, un absurdo inentendible. Programar la última y decisiva fecha del campeonato a las tres de la tarde. Exponer a los actores a la rayería, a las lesiones, a la incomodidad, tener que soportar la lluvia por parte de los aficionados, y por supuesto el deterioro del espectáculo.

No se necesitaba un kilo de masa encefálica para saber que eso iba a pasar. Más prudencia, por favor.

Leonel Jiménez Rojas, periodista.

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