• 03/12/2024
  • Costa Rica

Una semana más de Clásicos y de fiesta.

Una semana más de Clásicos y de fiesta.

En el último Clásico no hubo remontada, ni “noche mágica”. Fue un juego con mucha carga física y mental que obliga a una gran recuperación. El favoritismo morado ya no es el mismo y la moral rojinegra creció al ganar la fase de semifinales; un nuevo borrón y cuenta nueva anunciando todavía una larga lucha por el título.

La intención de los manudos el domingo era clara, jugar con los ahorros y desesperar al rival. Como siempre no hay Clásico sin polémica; fue un partido tenso de principio a fin, Alajuelense con la encomienda de sacar la clasificación en el juego más importante para seguir con vida y recortar el oxígeno a su “enemigo”. Los manudos mostraron una clara capacidad de resistencia que, sin duda, es un plus para lo viene que será “taquicárdico”.

La fiesta estaba montada para celebrar la 38, la pasión que se derramaba en las gradas salpicaba el terreno de juego lo que hizo que muy temprano el conjunto morado se pusiera arriba. Sin embargo, el orden rojinegro peleando cada centímetro y bien resguardados atrás complicó el tránsito del balón de Saprissa, cada balón se disputaba con dientes apretados y con el máximo ardor.

El absoluto favoritismo de los de Tibás ya no es el mismo, se avecinan dos clásicos que dejan todo a la imaginación, ahora la diferencia no se inclina sólo a un lado y es válido en ambas vías. La gran polémica arbitral fue la no sanción de un penal claro en el brazo de Ariel Rodríguez que Pedro Navarro simplemente no quiso sancionar. Ese posible penal hubiera sido determinante para los intereses de los alajuelenses, aunque al final no fue necesario.

LEER  Tema cansino e ineludible.

Un hecho digno de una investigación fue la supuesta agresión con un objeto que nos parece imaginario, no sólo por la posición del asistente técnico Arriola, sino que no sé observa por ningún lado algo que lo haya impactado. Lo cierto es que el uruguayo se desplomó fulminado como si lo hubiera golpeado un ladrillo.

Viene un nuevo capítulo, el más decisivo. Ahora los dos equipos acarician el título con la yema de los dedos, nos esperan dos grandes noches de fútbol que se vivirán al límite y que sin duda quedarán marcados en la historia de nuestro fútbol.

Como dijo Florentino Pérez una vez. Yo sé quién va a ganar, pero no lo digo. ¿Y usted?

Leonel Jiménez Rojas, periodista.

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