Muchos nos preguntamos de dónde el fútbol de Nicaragua se ha hecho sentir con tanta competitividad en la representación del Real Estelí.
¿Dónde toma esa hegemonía sobre los demás? No cabe duda, su buen nivel futbolístico difiere totalmente de los restantes nueve equipos nicas. ¿Cómo maneja las finanzas de tan alto costo de su planilla? ¿Es solamente Fidel Moreno el secretario general de la alcaldía de Managua y presidente de la institución? Creemos que no.
El otro equipo menos distante es el Diriangén, es el preferido del nieto de Daniel y Rosario. Hay diferencias muy marcadas con otros equipos que no tienen el apoyo estatal.
La forma como llegó el Real Estelí a la semifinal y como accedió a la final luego de dejar en el camino a los mejores equipos de Centroamérica le permitió una lluvia de comentarios muy favorables en el área de Uncaf. Los reconocimientos deportivos no se escatimaron incluyendo el cierre de la final en el Morera Soto.
El reflejo de este equipo es innegable, su crecimiento se puso de manifiesto en la Copa Centroamericana de Concacaf. Su presidente, Fidel Moreno, es una persona muy cercana a Ortega y Murillo. Su alto nivel de competencia en la Copa Centroamericana y su prologada virginidad en el estadio Independencia obedece a figuras locales que se convierten en la columna vertebral de la selección nacional como: Juan Barrera, Byron Bonilla, Harold Medina, José Quijano, Oscar Acevedo, Bancy Hernández, César Salandia y Wilman Talavera que además reciben los mejores salarios del fútbol nicaragüense entre $2 mil y $6 mil. Jugadores que ya han enfrentado a Paraguay, Uruguay, Panamá, Ghana, Catar y Surinam, entre otros.
El roce internacional y grandes escenarios han llenado de confianza y experiencia al equipo norteño, donde se nota que sus jugadores cumplen con las exigencias domésticas y foráneas del fútbol pinolero.
Cuando se tiene el dinero y la estructura para competir en la zona se pueden esperar éxitos y buenos resultados. El subtítulo alcanzado por el Real Estelí no es más ni menos que eso.
Similar ocurre con la selección y el trabajo del “fantasma” Figueroa que lo veremos con mayor claridad a mediano plazo.