Xavi Hernández tuvo el debut tan esperado en el banquillo del Barcelona y aunque obtuvo un triunfo sufrido de 1 x 0 en el derbi contra el Espanyol (11º), al menos dibujó una pequeña sonrisa en una afición que se ilusiona de nuevo, en medio de una temporada nada alentadora.
Con el gane en el Camp Nou subieron al sexto lugar en la Liga, a ocho puntos del líder provisional, Sevilla.
El antiguo centrocampista sorprendió con su alineación, principalmente por la inclusión del joven Ilias Akhomach, de 17 años, pero fue el holandés Memphis Depay el que marcó el gol del triunfo gracias a un penal que consiguió él mismo (minuto 48) en una acción muy discutida por los jugadores visitantes.
De la mano de quien fuera una leyenda como jugador, los culés apuntan a encontrar el norte con una planilla llena de jóvenes y un club con serios problemas económicos que necesita reinventarse.
El exvolante tiene mucho trabajo por delante, tanto en el torneo local, como en la Champions League, donde se juega el pase a los octavos de final el próximo martes ante el Benfica.
