El pasado sábado se llevó a cabo una nueva edición del Clásico Nacional, el número 340 en la historia.
Los dos equipos más ganadores y con mayor afición del país se enfrentaron en el estadio Morera Soto, con la particularidad de que, aunque los manudos eran locales, las ganancias netas de la taquilla eran compartidas. ¡Algo inédito en un juego por fase regular!
Al final, no llegó la cantidad de público esperada, y el “negocio”, pareciera que sólo favoreció al Saprissa, porque recibió dinero de un partido en donde no era local, tras un acuerdo previo entre las dirigencias. Además, se dejó los tres puntos, ganó nuevamente en la cancha de su archirrival, creció en confianza y desilusionó más a la ya golpeada afición local.
El Clásico fue parejo, intenso y de ida y vuelta durante los primeros 45 minutos, aunque a ambos equipos les faltó claridad para llegar con peligro real al marco de su adversario.
Pero como suele suceder en el fútbol una circunstancia incidió y cambió todo, ya que cerca del final de la primera parte, el experimentado delantero Johan Venegas se ganó la expulsión por acumulación de amarillas al reclamar airadamente una supuesta falta del defensor Ricardo Blanco. Algo que no quedó claro en las tomas de televisión.
Este tipo de reacciones no son nuevas en Venegas. Recordamos en torneos recientes cómo se ha ganado expulsiones innecesarias en partidos claves, dejando a su equipo en inferioridad numérica y perdiéndose instancias decisivas. A Johan le conocemos muchas virtudes dentro y fuera de la cancha, sin embargo, le están quedando grandes en material emocional, “los partidos de verdad”.
No es de recibo que un jugador de tanta trayectoria, ceda tan fácilmente ante sus impulsos y con el agravante de que conoce las disposiciones que están aplicando los árbitros. Para reflexión: “La primera vez es un error, la segunda ya se convierte en decisión”.
En el segundo tiempo, Saprissa ratificó su crecimiento y su cohesión. Terminó siendo un equipo consistente de principio a fin, con una idea clara de juego y justo ganador.
Alajuelense tiene figuras, pero el señor Coito, quien también será sancionado por el Disciplinario, no ha logrado hacer equipo. Mientras eso pasa, Saprissa ya les metió a los rojinegros 30 clásicos de diferencia.
