¡Ella sola se moría y entre todos la mataba! Esto no es solo un refrán gitano, sino una realidad de nuestro moribundo fútbol.
Hoy 1° de agosto iniciamos la cuenta regresiva del más esperado día. Sí, el 25 de agosto habrá asamblea para ratificar una papeleta que vendrá a refrescar el ambiente futbolístico.
El recuento de los daños no puede ser peor, la Fedefutbol es un cascarón para llamarlo bonito. La infraestructura del Proyecto Gol que con tanto cariño y esfuerzo plasmó don Hermes Navarro es lo poco que queda para que comiencen a trabajar y sacudir los nuevos inquilinos.
No alcanzarían cien columnas como esta para destacar las irregularidades, aberraciones administrativas y deportivas de quienes se van dejando una cola de incertidumbre y desaciertos. Qué lástima que no fuese una asepsia total, porque aún quedan algunos cómplices y chupópteros del actual grupo nefasto que dejan en ruinas la estructura federativa. Ojalá se pueda ejecutar una auditoría externa que nos deje ver la magnitud del derroche y el manejo inapropiado de muchas acciones.
La selección no tiene director técnico, el fútbol femenino se quedará sin técnico esta semana, las selecciones menores están al garete, el finiquito de Luis Fernando Suárez desdichadamente lo pagará el próximo Comité Ejecutivo que encabeza don Osael Maroto, lo harán en tractos o abonos de $50 mil mensuales durante nueve meses.
El dispendio en viáticos, exceso de burocracia administrativa, pésimos “negocios” como los $90 mil que se esfumaron por una estafa a la Federación. El negocio del fracasado fogueo en Irak del que todavía se sabe muy poco. Un Claudio Vivas que lo recibieron con bombos y platillos y aún no se ha visto por dónde camina. Fiscales que fueron verdaderos adláteres del presidente, nunca fiscalizaron y actuaron como si fueran parte del ejecutivo. Un seleccionador que justificó los cientos de millones que recibió haciendo microciclos en la fase más importante del campeonato y nunca se vio el trabajo, ni los resultados. Comisiones de ética y licencias que nunca se pronunciaron como era su obligación en casos de multipropiedad y denuncias de complot contra un equipo por razones políticas.
El arbitraje está acéfalo y no se tiene comisión de arbitraje, caso inédito e insólito en el fútbol. Aún hay más, ya verán.