• 25/04/2024
  • Costa Rica

¡Qué viva la crítica responsable!

¡Qué viva la crítica responsable!

Nuestra Selección Nacional, durante un tramo de la Octogonal de la Concacaf anduvo extraviada en todos los campos.

Sin el propósito de volver la mirada hacia atrás, no podemos obviar que veníamos por caminos equivocados dando tropezones casi humillantes. Sin duda se dieron variantes y pasos acertados que han logrado que se gane en credibilidad.

Esta cercanía que tenemos con la posición de repechaje nos ilusiona a la mayoría. Es posible que se hayan formulado comentarios que no aportan, eso sí, tengo claro que la crítica sana en cualquier campo ayuda a mejorar, y el fútbol no es la excepción, la Selección se ha levantado y ha emprendido un nuevo derrotero.

No hay duda, que la retroalimentación que producen las críticas ha ayudado a mejorar el rendimiento. Todo el desafuero que se hizo durante algunos meses debe ser un espejo de los desatinos que no se deben repetir. En el medio tenemos muchos arribistas y porristas, pero también hay un grupo que ofrecen comentarios serios de manera apropiada.

La Selección está para hacer feliz a los aficionados y nos han demostrado que es un honor y un privilegio vestir la Tricolor.

El esfuerzo ha sido enorme en los últimos juegos y nos han devuelto la fe y la esperanza. Hubo momentos que queríamos sacar tarjeta roja a muchos estorbos que abusaban de su arrogancia, degradando el prestigio de nuestro fútbol y casi tirándolo bajo tierra.

No era pecado el mal arranque, pero sí la culpa de no hacer nada para corregir. Las frases, “no se ha perdido nada”, “falta mucho camino” o “lo dieron todo”, eran excusas o evasivas que no ayudaban en nada. El fanático siempre tiene la razón y supo que no se quería entonar el mea culpa por parte de los responsables.

LEER  Sin rodeos es mejor.

Los señalamientos que realizó un sector de la prensa sin compromisos, hizo posible que se mejorara en alto porcentaje.

Levantarse, reemprender el camino y mostrar un esfuerzo adicional nos tiene con un desempeño aceptable. Los jugadores han hecho causa común y aunque falta lo más duro, todavía respiramos.

La puerta de acceso está cerrada, pero hay optimismo para lo que se avecina y creemos tener la llave. Tampoco queremos vender humo, porque estamos todavía en el balance de avanzar o quedarnos fuera en cada juego.

¡Qué viva el orgullo patrio y el coraje grupal!

Leonel Jiménez Rojas, periodista.

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